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♦♦Los vinos que no esperaba, en el pasillo del Lidl

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Lidl es como esas series que empiezas pensando que serán un desastre y acabas enganchado hasta las 3 de la mañana (hola yo, Tiger King).

Vas por papel higiénico y pizzas congeladas, y terminas con un vino premiado en la mano. Nadie lo ve venir. Ni siquiera el algoritmo.

Vinos Lidl que dan más juego que un final de Lost

Tramuz (Ribera del Duero) – 5,99 €

El Stranger Things de los vinos de Lidl: barato, joven y sorprendentemente adictivo. No cambiará la historia del vino, pero engancha y te deja con ganas de otro capítulo… digo, otra copa.

Finca de la Cruz (Ribera del Duero) – 9–10 €

Esto es Breaking Bad: empieza sencillo, pero con capas oscuras y tensión en cada sorbo. Lo eligió Jon Andoni Rementería, que en este guion sería el Gus Fring del vino.

Coto de Ibedo (Ribeiro) – 3,99 €

Una comedia ligera tipo The Office: blanco fresco, floral, perfecto para tapas. Cuesta lo mismo que un billete de bus y deja mejor recuerdo que la reunión de los lunes.

Volaverunt (Pago Aylés, Aragón) – 9 €

Un vino de Pago en Lidl es como encontrarte a Meryl Streep en un reality: inesperado, intenso y con categoría. Se bebe escuchando ópera… o reguetón, según el presupuesto emocional de octubre.

Vegas del Pas Verdejo (Rueda) – 5–6 €

El Friends de los blancos: ligero, refrescante, lo bebes sin darte cuenta. Perfecto para no pensar demasiado. “How you doin’?” con copa en mano.

Libertario Reserva (La Mancha) – 6–7 €

Más Juego de Tronos que Don Quijote: recio, con crianza, sabe a sobremesa larga. Lo abres y piensas en dragones, aunque en realidad sean facturas acumuladas de octubre.

Lo divertido es que, mientras algunos bares te clavan 3,50 € por un verdejo del montón, Lidl coloca en tu carrito un vino de Pago a 9 €.

Es como si el pasillo del vino jugara a ser Black Mirror: todo parece normal hasta que giras la esquina y aparece una botella que no esperabas ni en sueños.

Los vinos de Lidl son como esas series secundarias que acaban siendo de culto. No esperabas nada, y te quedas enganchado.

Así que ya sabes: la próxima vez que vayas a por detergente, gira a la izquierda. Puede que allí empiece tu propio House of Wines.

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